Historia

Tributo es una marca que nace de la intensión de sus creadores en honrar la historia y el legado de un espacio trascendental en la constitución de la industria Colombiana, no sólo de un espacio sino en general, de aquellas vivencias y personajes que para la época aportaron en la construcción de la primera industria de Colombia. En la búsqueda de la identidad de nuestra marca entendimos que aquello no se limitaba sólo a un espacio físico, o incluso a una zona de la ciudad, sino que se trata de hacer un TRIBUTO a la historia, una historia que nos une a todos. 

A partir de entender nuestro pasado, reconocerlo y conectar con él comprendimos que es posible crear identidad colectiva y construir una sociedad más enriquecida. Reconocer la importancia del legado y la historia es una tarea que trasciende de la preservación de estructuras físicas y se adentra en el corazón y esencia de nuestra cultura. Al igual que la historia de vida de un individuo, el legado está tejido con hilos de experiencias, tradiciones y recuerdos que definen su esencia y marcan su rumbo.

Cada calle, cada edificio y cada plaza tiene una historia que contar, al igual que cada arruga en el rostro de un anciano cuenta una historia de amor, trabajo y perseverancia. Los barrios y las ciudades, como las personas, tienen su propia biografía, llena de momentos de gloria y de adversidad, que han moldeado su carácter y su personalidad. 



Al honrar la historia de Pastas el Gallo, estamos preservando la memoria colectiva de una ciudad, de aquellos que lucharon por construir una vida mejor, de aquellos que se fueron y de aquellos que permanecen. Es reconocer el valor de las raíces que nos sostienen y nos conectan con nuestro pasado. Del mismo modo, la historia de vida de un individuo es un legado que debe ser honrado. Cada experiencia, cada logro y cada error es una parte fundamental de quiénes somos hoy. Nuestras cicatrices, como las de Pastas el Gallo, cuentan historias de superación y resiliencia

Así como un individuo tiene su propia esencia, moldeada por la interacción con su entorno y las personas que lo rodean, la historia de esa zona y la de cualquier persona están interconectadas, formando un tapiz rico y complejo que refleja la humanidad en toda su diversidad, todos representamos una historia de resistencia y de resiliencia, todos somos una memoria viva de cada situación que nos enriqueció y edificó en quienes somos

Al final TRIBUTO es un reconocimiento a la historia y el legado no solo de un lugar, sino de todos nosotros, un TRIBUTO a ese legado que nos hace sentir orgullosos de lo que hoy hemos construido, un sentimiento que nos une como ciudad, como país. TRIBUTO es, en última instancia, un acto de respeto y gratitud hacia aquellos que han contribuido a nuestra existencia. Es reconocer que nuestra identidad está profundamente arraigada en nuestro pasado y que nuestro futuro depende de la preservación de esa memoria colectiva.